La vida no es más
que un mero prestamo.
Siempre impredecible
Cuál pago venciendo.
Una cambiante carrera
Que sólo lleva a un destino.
Hacía una tumba vacía
de un cementerio perdido.
Poco importa en realidad
Querer dirigir el camino.
Cómo si fuera posible
con esfuerzo y sacrificio.
Ni logros ni posesiones sirven
al caduco tiempo efímero.
Ni tan siquiera la ambición
de los propios objetivos.
Porque la vida esta hecha
de impredecibles giros.
Un preciado y fràgil regalo
que nos trae el presente.
Vivir cada segundo
Hasta que nos halle la muerte.
MRH'17
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